En nuestro Colegio Internacional de Granada, el huerto escolar se convierte en un aula viva donde el aprendizaje se experimenta con todos los sentidos. Durante estas semanas, nuestros alumnos han estado trabajando los frutos de otoño, una actividad que ha sido completamente sensorial y que les ha permitido descubrir, tocar, oler y observar de cerca los cambios propios de esta estación.
Este aprendizaje no se ha limitado únicamente a la observación, sino que ha abarcado distintos aspectos relacionados con las ciencias naturales, la alimentación y el entorno. El huerto, una vez más, se ha consolidado como un espacio fundamental para entender cómo funciona la naturaleza de una forma directa y práctica.
Una experiencia de aprendizaje sensorial al cien por cien
El trabajo con los frutos de otoño ha sido una vivencia plenamente sensorial. Los alumnos han podido reconocer distintos frutos, tocarlos y observar sus diferencias. A través de esta experiencia directa, han comprendido que cada estación del año nos ofrece alimentos diferentes, con colores, texturas y sabores propios.
Este tipo de actividades ayuda a que el aprendizaje sea más significativo, ya que conecta la teoría con la realidad que los alumnos pueden ver y sentir en su entorno cercano. En nuestro colegio bilingüe en Granada apostamos por este tipo de metodologías activas que convierten el aula en un espacio dinámico y participativo.
Del huerto a los alimentos que consumimos
Uno de los aspectos trabajados ha sido la transformación de los alimentos. A partir de los frutos recogidos, los alumnos han aprendido cómo algunos de ellos se convierten en productos que consumimos habitualmente, como ocurre con los membrillos y las aceitunas.
Comprender este proceso les permite valorar el origen de los alimentos, entender que no aparecen directamente en los supermercados y desarrollar una mayor conciencia sobre el esfuerzo que hay detrás de cada producto. Este tipo de aprendizajes refuerzan el respeto por la naturaleza y por el trabajo agrícola.
Los frutos secos y su relación con el otoño
Durante la actividad también se han trabajado los frutos secos, propios de esta época del año. Los alumnos han aprendido a identificar algunos de ellos y a relacionarlos con los cambios estacionales. Este conocimiento forma parte del área de Ciencias Naturales, donde se estudia el ciclo de las estaciones, el clima y los productos que ofrece la tierra en cada momento.
En nuestro colegio en Granada creemos que entender el entorno natural es fundamental para que los alumnos desarrollen una relación responsable con el medio ambiente.
Observando los cambios del entorno
Otro de los aprendizajes destacados ha sido la observación de los cambios de color en las hojas de los árboles. A través de esta observación, los alumnos han podido identificar cómo el otoño transforma el paisaje, cómo las hojas cambian de tonalidad y comienzan a caer.
Este tipo de observaciones fomenta la atención, la curiosidad y el interés por los pequeños detalles de la naturaleza. En nuestro instituto en Granada damos mucha importancia a que los alumnos aprendan a mirar su entorno con calma y con ojos científicos.
Sembrando nuevas plantas de temporada
Además, los alumnos han comenzado a sembrar nuevas plantas propias del otoño, entendiendo que cada estación es también un nuevo comienzo para el huerto. Este proceso les enseña paciencia, constancia y responsabilidad, ya que el crecimiento de una planta requiere tiempo, cuidado y atención.
En nuestro instituto bilingüe en Granada, este tipo de actividades ayudan a los alumnos a comprender los ciclos de la naturaleza y a desarrollar una actitud de respeto hacia el entorno.
Aprender de la naturaleza para toda la vida
Trabajar los frutos de otoño en el huerto escolar ha sido una actividad completa que ha unido observación, experimentación, ciencias y educación en valores. En el Colegio Internacional de Granada, creemos firmemente que la naturaleza es una de las mejores maestras y que aprender de ella es un privilegio para nuestros alumnos.
Este tipo de experiencias refuerzan su vínculo con el entorno, despiertan su curiosidad y les ayudan a comprender el mundo que les rodea de una forma real y cercana.
