En nuestro colegio bilingüe, los alumnos de 2º de Primaria han vivido una experiencia de aprendizaje muy especial dentro de la asignatura de Natural Science. Durante esta semana, el aula se ha llenado de curiosidad, risas y muchas sensaciones mientras exploraban uno de los cinco sentidos: el gusto.
A través de una dinámica práctica, los niños descubrieron cómo nuestra lengua nos permite distinguir los distintos sabores. Desde alimentos dulces hasta los más salados, pasando por los sabores ácidos y amargos, cada degustación fue una oportunidad para aprender de forma divertida y sensorial.
Aprender experimentando
El objetivo principal de la actividad era que los alumnos comprendieran, mediante la experiencia directa, cómo funciona el sentido del gusto y qué papel desempeñan las papilas gustativas. Para ello, los profesores prepararon una serie de alimentos y bebidas con sabores muy diferentes, que los niños debían identificar y clasificar.
Los resultados fueron tan sorprendentes como divertidos: algunos se atrevieron con los limones más ácidos, otros prefirieron los dulces, y no faltaron las expresiones de asombro al probar los sabores más intensos. Pero, más allá de las reacciones, todos lograron comprender de forma práctica cómo el cuerpo humano detecta los diferentes tipos de sabores y cómo trabaja en conjunto con el resto de los sentidos.
Ciencia y diversión van de la mano
En nuestro colegio en Granada, creemos que la mejor manera de aprender es a través de la experiencia. Por eso, en nuestras clases de ciencias, los alumnos no solo observan o leen sobre los fenómenos naturales, sino que los experimentan de manera activa.
Este enfoque permite que los niños asocien el aprendizaje con la exploración, desarrollen la curiosidad científica y aprendan a formular sus propias hipótesis. Además, fomenta la participación, la cooperación y el respeto hacia las opiniones de los compañeros, ya que cada niño comparte sus descubrimientos y sensaciones con el grupo.
Una experiencia educativa que despierta los sentidos
Durante la actividad, los estudiantes aprendieron que el sentido del gusto es más complejo de lo que parece. Descubrieron que no todas las partes de la lengua perciben los sabores de la misma forma y que los sentidos del gusto y del olfato trabajan juntos para ayudarnos a disfrutar y reconocer los alimentos.
En nuestro instituto bilingüe, fomentamos este tipo de aprendizajes significativos, donde los conceptos científicos se asimilan de manera vivencial. Las prácticas en el aula de ciencias son una oportunidad para combinar conocimiento, curiosidad y diversión, haciendo que los alumnos se sientan parte activa del proceso.
Aprender con todos los sentidos
En nuestro instituto en Granada, entendemos que la educación debe despertar todos los sentidos. Este tipo de actividades estimulan la atención, la memoria y la capacidad de observación de los alumnos, además de ayudarlos a conectar la teoría con la vida cotidiana.
La ciencia se convierte así en algo tangible, accesible y apasionante. Al finalizar la sesión, los alumnos no solo aprendieron a diferenciar los sabores, sino que también reflexionaron sobre la importancia de cuidar la alimentación y disfrutar de cada comida con consciencia.
En definitiva, el proyecto fue una manera deliciosa de aprender y una muestra más de cómo en nuestro colegio bilingüe fomentamos el amor por el conocimiento a través de experiencias reales, creativas y divertidas.